jueves, 31 de enero de 2008

X-treme (??) Por MeL


Yacíamos cuan reptiles al costado del arroyo, admirando el zarpado paisaje, disfrutando el silencio de las montañas, conectándonos con la Pachamama, cuando de repente "rummmmm ruuuum rrrrummmm". Un camión se acerca, maniobra y se estaciona a escasos metros nuestros para juntar piedras. De más está decir que rompió instantáneamente la armonía del lugar y nuestra paz.

Momentos de ocio antes de que llegara la visita ruidosa




El arribo de la bestia



VMEG? Esta fue nuestra primer reacción. Luego pensamos en pincharle las gomas con un cortaplumas, pero nos rescatamos de que no llevábamos uno encima. Además, estábamos demasiado relajados como para ponernos violentos.)

Pasaron los minutos (ignoro cuántos, felizmente habíamos perdido la noción del tiempo) y decidimos retornar al hospedaje de Clarisa. Probablemente haya sido porque no teníamos más provisiones y estaba pintando bajonazo. Agarramos nuestros petates (?) y emprendimos la retirada, a paso lento. Luego de caminar unos metros, y ya sintiendo el cansancio de la subida entre las piedras, notamos que el camión venía detrás nuestro. El destino.


Ahí nomás Pit tuvo la brillante idea de pedirle al conductor que nos lleve, ya que ibamos para el mismo lugar y el regreso era en subida. Primero el hombre se negó por llevar carga peligrosa (unas infinidad de rocas grandotas), pero luego de que nuestra RRPP pronunciara las palabras mágicas, accedió. Ignoramos qué fue lo que dijo para convencerlo, pero suponemos que le ofreció un pete loco a cambio del viaje (promesa que obviamente no cumplió).

La caja del camión estaba muy alta, no tenía 'tapa', estaba repleta de piedras y oxido por doquier. Igual hicimos tripa corazón y subimos. Piecito, upa y diversos trucos (?) tuvimos que emplear para treparnos, carcajadas mediante.

Vamos de paseo pi pi piiii




(rodilla de Pit, que se incrustó en el camión en un intento frustrado por subir)


Pintaba heavy el viaje en esas condiciones, sobre todo teniendo en cuenta el angosto camino, las subidas constantes y el amague del desmoronamiento de piedras. Pero por suerte no fue tan malo como pensábamos. De hecho, más allá de unas rocas clavadas en el upite, tierra por todos lados y algunas ramas que amenazaban con sacarnos un ojo, fue una travesía feliz.



Un fragmento del viaje:

4 comentarios:

Dalmita dijo...

La seguidilla de fotos sencillamente se zarpa! y el relato es impecable...


Besos POkes!!!!!!!!!11

Cuando era que volviamos?

Peredo dijo...

seeeeeeeeee, muy bueno meli!
como olvidarlo???
La rodilla de pitu toda ensangrentada tratando de subir al camion, mi culo -y supongo que el de todos- destrozado por las rocas, el camion q se movia como loco, pero al menos fue una vuelta sin cansancio, jajajaaj!

Unknown dijo...

PREFIERO ROMPERME EL CULO CONTRA LAS ROCAS ANTES QUE CAMINAR CASI UNA HORA DE SUBIDA...


JAJAJA


QUE GOLAZO ESE CAMION....

Anónimo dijo...

eyyyyyyy
loco, se fueron hasta los mosquitos de la ciudad, me alegra que lo estén pasando bien!!
besooossssss
la kika