Estaba por bajarme del micro (Iruya-Cafayate) cuando llegamos y como todos se abalanzaron por bajar y estaba en la segunda mitad trasera me quedé esperando que los desesperados se bajaran. Cuando se vació completamente el transporte empecé a avanzar en cámara lenta para recuperar la movilidad de las piernas y de repente diviso algo pequeño en un asiento, justo casi donde se junta asiento y respaldo. Parecían billetes, los agarré y efectivamente eran billetes, nos los miré en el momento, me los guardé y bajé del micro a buscar mi mochila y ver si alguien subía a buscarlos. La gente se mató de vuelta pero ahora por su bolso y me quedé mirando, de hecho agarré última mi mochila. Miré las reacciones de todos, alguien se estaba volviendo antes de sus vacaciones por contar con 300 pesos menos en su presupuesto, con eso vivís bastante bastante en el Norte. Quedó todo vacío y le digo a los chicos:
- Tengo una noticia para darles, encontré plata.
- Cuanto ?
- 300 pesos.
- Nooo, que hija de puta.
- Me siento mal, alguien se está quedando en bolas.
- Pero tampoco podías preguntar.
- Sí, que se yo, es dinero sucio, quiero invitarlos algo para lavar culpas. Comamos parrilla.
Entramos a una peña parrilla y preguntamos si había achuras: mollejas, riñoñes, chinchulines, queríamos todo ! El mozo nos ilusionó y nos dijo que había todo eso. Volvió unos minutos después diciendo que solo quedaba pollo y vacío. Y bueh, nos sacrificamos. Pedimos como tres porciones de cada cosa, también muchas papas fritas y varias bebidas, comimos hasta reventar y gastamos 70 pesos entre cuatro una ganga. Y contentísimos de tener la panza llena de cosas ricas.
Los amigos encontrados por el camino.
Los descansos y la toma de decisiones en las diferentes plazas que iban apareciendo en cada pueblo.
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Hola hola samigos, desde aquí la tía Rufina de Humahuaca
(Gracias Tizo por la comparación de Wilson)
